Rutas Ciudad

Esta página designada a la descripción de la ciudad y sus monumentos les invita a recrearse y descubrir la capital de la Ribera. Únicamente deberá dejarse llevar por las tres propuestas aquí descritas, y en caso de desear más información sobre las rutas o los monumentos, tan solo con un clic en las palabras coloreadas la podrá obtener.

I. ALZIRA EN UN DÍA
Le proponemos como punto de partida de nuestro itinerario de viandante que lo inicie en el llamado Parque de Arabia Saudita. Ubicado éste al principio de la avenida Luis Suñer, nos permitirá constatar la inmedíatez del Xúquer (Júcar), rio que antiguamente rodeaba Alyazirat, y contemplar unos 255 metros de paredes amuralladas y torreones, restaurados en 1973, del que fuera recinto islamico. Desde este punto podemos localizar frente al cuartel de la Guardía Civil una ojiva gótica, reliquia del demolido templo de Santa María. Se abre hoy en día una díagonal que en otros tiempos enlazaba los dos puentes de piedra que posibilitaban cruzar la Vila. Conforman ésta las calles Majors de Santa María, Santa Llúcia, Sant Roc, y Santa Catalina.

La Vila, actualmente en lamentable estado por las recientes inundaciones de 1982 y 1987, acogía entre el recinto amurallado el nucleo urbano de mayor excelencia y personalidad de la ciudad. El viandante podrá descubrir fachadas de viviendas rurales típicas y muestras de un historiacismo modernista ligado a la burguesía terrateniente. Le sugerimos pararse delante de dos portales: el del que fuera convento de les Llúcies y el del número 29 de la calle Sant Roc. La primera, que daba acceso al primitivo hospital de Alzira, está ligada a la magnanimidad del mecenas Pere Esplugues. De su fachada renacentista señalaríamos el barrado escudo de la Vila; de la segunda, la armonia de sus dovelas. De los en otros tiempos numeroso cuadros cerámicos (patronímicas estaciones del via crucis), pocos subsisten desde 1882. Llegaremos a la doble replaza del Carbó-Sufragi y Casassús, que nos permitirá contemplar en toda su magneficiencia la Casa Consistorial de Alzira. Construida entre los años 1547 y 1603, acoje en su crujia noble elementos góticos, renacentistas y barrocos. Le sugerimos una visita rápida al interior, del cual destacan en gran medida el Salón Noble y el Archivo Municipal. El Salón, ubicado en la primera planta, custodía un variado conjunto de obras de arte.

Destaca el retablo de San Silvestre que data del 1597 pintado por Vicent Requena y restaurado acertadamente en 1992. Acompaña a esta pieza de primer orden, un Apostolado gótico del círculo del maestro de Villahermosa, y diversos lienzos que comprenden antologicamente la trayectoria del alzireño Teodor Andreu Sentamans. Una monumental \»Inmaculada\», procedente del extinto convento de Santa Bárbara, es la mejor pieza escultórica. En la plaza de Santa Catalina , enfrente del monumento a la Constitución, antiguo monumento a los caídos remodelado por Leonardo Borrás, se levanta la fachada barroca del templo homónimo a la plaza. Este inmueble, de ecléptica arquitectura, une con cierta armonía trazos góticos, renacentistas y barrocos. Conserva para los ribereños, según la tradición historica documentada, en broncíneas esculturas, las relíquias de los hermanos sarracenos Sant Bernat, María y Gracia, patronos de la ciudad. Adosada a la fachada que recae a las plazas del Sufragi-Carbó, llama la atención, por su arriesgado equilibrio, la torre-espadanya del templo. Recorriendo el último tramo del carrer Major, accedemos a la avenida de los Santos Patronos para llegar a una isleta, en la cual subsisten los edículos del que fuera puente de Sant Bernat. Se ubican en dos casilicios coronados por esculturas de las advocaciones masculinas y femeninas, San Bernat, María y Gracia. Levantados en 1717 por los canónigos Jaume Cervera y Nicolau Bas, fueron esculpidos, a partir de los diseños de Leonardo Julio Capuz, por Francisco Vergara el Vell. Arruinados en 1936, Antoni Ballester remodeló las esculturas perdidas o mutiladas, que serían esculpidas en el taller de Elies Cuñat.

Si deseamos continuar nuestro itinerario a pie, puede observar el apartado quiosco de la plaza Mayor, ejecutado en el taller de X. Claur, que ha traducido en cerámica la iconografía de Alzira recreada por el alzireño Ricardo Fluixà. De este pintor tiene la Cooperativa \»la Agrícola\», una excelente colección de históricos paisajes locales. Podríamos sugerirles igualmente visitar el Círculo Alzireño, denominado comunmente por sus origenes como La Gallera. Este colosal inmueble, frente a las Escuelas Pías, testimonia el esplendor de la burguesía terrateniente alzireña. Iniciada la construcción en 1885, muestra en los salones Árabe y Valenciano el eclecticismo historicista, Las Escuelas Pías (antiguo convento de Sant Agustí, 1270-1936) acoge actualmente dependencias de la Casa de la Cultura. La bella forma de su fachada tiene continuidad en el patio porticado, en la escalinata de acceso a las distintas plantas y en algunos muros claustrales. La biblioteca, el Museo local, la emisora de rádio municipal, la sala de exposiciones y diversas salas de usos múltiples ocupan sus dependencias. En las afueras de la Ciudad se localizan algunos templos parroquiales: La Encarnación, Sant Joan o Sants Patrons. Del primero, antiguo convento de los Capuchinos, destaca, junto a su estructura barroca, un espectacular retablo cerámico o el Paso procesional que representa la Oración de Jesús en el Huerto.

En el templo de Sant Joan Baptista interesa valorar el conjunto de sus piezas escultóricas, y de los Sants Patrons la totalidad de sus vidrieras, en las cuales Antonia Mir ha historiado brillantemente la biografía de Hammad Ibn al·Mansur, Zaida yZoraida (Bernat, María y Gracia).

Le sugerimos finalmente que acabe la visita subiendo a bordo de su vehiculo a la montaña del Salvador. Desde su explanada, construida al pie del santuario de la patrona de la Ciudad la Mare de Deu del Lluch (sugestiva talla realizada en el 36 por A. Ballester), contemplará la ciudad en su marco natural de la Rribera. A esta hora, el crepúsculo arrancará los últimos reflejos en la bronceada pinada de la torre del santuario.

ALZIRA SIN PRISAS: ITINERARIOS MONUMENTALES

II.1.El pont de Ferro, El Arrabal de Santa María, La Creu Coberta, El pont del Riu Verd, La Pileta de Sant Bernat. Si le place al visitante puede realizar este trayecto a pie o en bicicleta. El punto de encuentro será el Puente de Hierro, que posibilita cruzar el Xúquer camino de Algemesí.

Esta obra de ingeniería, diseñada en la primera década del siglo XX sustituyó el acceso a la Vila que antes de la demolición del puente gótico de Sant Gregori se hacía por este punto. Su linde, muy largo, de 72 metros, lo convierte en la más atrevida ostentación de la época, ya que supera en longitud a sus contemporaneos de Sueca, Cullera, Gabarda y el de doble arcada de Albalat. El hecho de haberse restaurado hace poco le augura un largo futuro. El Xúquer corre plácido, aunque en ocasiones se desborda en las crecidas otoñales. Cruzando el puente podemos visitar el Arrabal de Santa María. Señalada con el número 30 de su calle localizamos la capilla del Crist de la Verge María, con un grupo escultórico que nos traerá a la memoria la tradición del Cristo epónimo del inmueble. En Julio de 1993 se entronizó una talla de igual advocación en el templo de Santa Catalina.

A penas dos kilometros nos separan de la Creu Coberta. Una tradición local señala que fue levantada donde se supone que murió Jaume I camino de Valencia. O puede ser se limite a ser una de las multiples cruces levantadas en el término por los repobladores cristianos como testimonio de la nueva fe. Desconocida su cronología exacta, su forma gótico-mudejar se ha conservado admirablemente a raiz de la feliz restauración en el año 1961 por Francisco Pons Sorolla. La Cruz bifronte, sobre fuste original, muestra el crucifijo y Santa María.

Podemos volver a Alzira por el camino rural que arranca ante la Cruz. Éste nos acerca al puente del riu Verd (rio Verde) o del Riuet dels Ulls. Como que documentalmente se puede aventurar la concesión de la construcción en las Cortes de Montsó de 1553 presididas por el emperador Carlos I, es igualmente conocida con el nombre de este monarca. El único arco que tiene, muy afectado por las continuas riadas, fue restaurado hace unos años con sobriedad y economía de medios. Consolidado, es el único puente que pervive desde la época foral. Antes de volver a la Vila, siguiendo el camino de la estación en dirección a Benimuslem, tiraremos por una vía señalizada con el siguiente rótulo: \»Santuari de Sant Bernat\». En este paraje se levantaba el convento de Trinitaris. Pertenece a esta Orden custodíar las relíquias de los hermanos mártires. En el año 1980 se edificó un funcional ermitorio. A escasos metros podemos localizar el punto en que según la tradición tuvo lugar la muerte de Sant Bernat y sus hermanas. En el año 1956 fue repuesto el edículo conocido desde entonces como la \»Pileta de Sant Bernat\».

II.2.La Vila: Ogiva de Santa María, Circuito Amurallado.
Un mezquino testimonio rememora el emplazamiento del demolido templo gótico de reconquista de Santa María. Jaume I, conquistador de Alyazira, eligió este templo como posible sepulcro eventual si le llegaba la hora de la muerte estando en la isla. Gradualmente arruinado a lo largo del siglo XIX, fue arrasado en 1936; tan solo subsistió una torre que fue demolida en 1957. Proponemos al visitante que efectue un recorrido por el que fuera circuito amurallado de Alyazirat. Caminando por la avenida Luis Suñer bajaremos al parque de Arabia Saudita para contemplar una aproximación de lo que fueron las amuralladas defensas de la isla. El torreón mejor conservado es el que confronta con la travesía Saludador.

Proseguimos por la avenida dedicada al industrial alzireño, y poco antes de llegar a la plaza del Reyno, están los restos de otro tramo amurallado, recuperadas fortuitamente al demoler el antiguo mercado. Puede el visitante ante estos muros y torreones, adivinar y deducir la potencia de los terraplenes producidos a raiz de los sedimentos fluviales e intramuros, por el crecimiento de la Vila al edificar nuevas viviendas después de la demolición de las precedentes. Antes de girar a la izquierda, según vamos, para recuperar la memoria del primitivo recinto por la calle de Faustino Blasco, podemos contemplar el Monument al Llaurador. Haremos el itinerario amurallado paseando por las calles de Faustino Blasco, Santa Teresa y Ronda de Algemesí. Alternan al largo de estas viviendas restauradas acertadamente otros \»disparates\» urbanísticos.

Volveremos a encontrarnos, al final del paseo, con el Xúquer y el férrico puente. Le proponemos ahora, si dispone de tiempo, que se \»pierda\» por las calles y placitas de la Vila. Ésta a pesar del deterioro, conserva todavía el encanto de los núcleos medievales.

II.3.La Casa Consistorial. Iglesia se Santa Catalina.
Conforman estos dos inmuebles, casi confrontados, los mejores conjuntos monumentales de la Vila.

Hemos de acomodar nuestra visita al horario litúrgico de la Iglesia y al administrativo del Ayuntamiento y proveernos, para documentar la visita, de las separatas publicadas en \»Algezira\»(\»La Casa Consistorial y sus obras de arte\», número 2 y número 3), en las cuales se recogen las vicisitudes de los inmuebles y de cuanto interés histórico atesoran. Por lo que se refiere a la Casa Consistorial, proponemos al visitante a seguir estas pautas: Contemplación de los estilos artísticos comprendidos en la crugia noble, desde las plazas del Sufragio y de Casassús. Valoración del espacio del vestíbulo, patio y escalinata de acceso a la primera planta. Visita al Salón Noble y despacho de la Alcaldía para admirar las esculturas y pinturas. Acceso al Archivo. Pinturas de la sala de actos.

Sugerimos circunvalar la Iglesia de Santa Catalina (callejón del Campanario, plazas del Carbó y del Sufragi, calle de la Sang y plaza de la Constitución) para apreciar la obra antigua (ábside, capilla mayor, nave entre contrafuertes y torre del campanario) y la ampliación realizada en 1782 a cargo del antiguo cementerio. Ya en el interior, los espacios que contienen el altar neobarroco de Sant Bernat, la capilla mayor, las capillas entre contrafuertes y la cúpula sobre pechinas. Enfrente de la interesantísima fachada barroca se levanta el monumento a la Constitución, y en los alrededores, algunos inmuebles modernistas-historicistas de mayor excelencia de Alzira.

II.4.Los casilicios del puente de Sant Bernat. El Círculo Alzireño. Las Escuelas Pías Casa de la Cultura. Templos y Oratorios.
Asimilada la lectura de los datos básicos comprendidos en \»Alzira en un día\», nos permitimos recordarle al viajero que determinados ámbitos responden a un horario específico. La Gallera y la Casa de la Cultura se encuentran abiertas prácticamente todo el día, mientras que a los recintos religiosos se puede acceder en los intervalos anterior y posterior a los rezos y actos litúrgicos. Incinerado en el año 1936 el patrimonio sacro, se limita en la actualidad a pinturas y esculturas de dispar calidad, y atienden a los Pasos procesionales, Imágenes de los patronos (Sant Bernat i les germanes y la Mare de Déu de Lluch), titulares de los templos o advocaciones propias del barrio.

Arquitectónicamente, si excluimos el de la Encarnación, monasterio desamortizado que acoge el Hospital Municipal y el Templo, el resto fueron contruidos en las últimas décadas: Sant Joan Baptista (de estética historicista. 1948-1955), Sants Patrons (de compleja remodelación. 1966) Mare de Déu de Lluch (de traza funcional. 1966), Sagrada Familia (simple y diáfana. 1966). Al incuestionable valor sentimental de las ermitas dedicadas al Crist de la Verge María y Sant Judes Tadeu y al pragmatismo de los oratorios de los colegios de la Sagrada Familia (1964) y Sants Patrons (1976), se sobrepone por la novedad de las formas y la concepción espacial los oratorios del colegio de la Purísima (1970) y de la Llar de Teresa Jornet (1963.1967).

EXCURSIONES A LO LARGO DEL TÉRMINO MUNICIPAL

III.1.La Muntanyeta del Salvador (Santuario de la Mare de Déu del Lluch) y Muntanya Assolada (Poblado de la Edad de Bronce).
Plácida resultará al visitante la ascensión a la moderada loma del Salvador. Apetece subirla por la vertiente y es más cómodo rodearla en un vehículo por la cinta de asfalto. Si opta por la montaña llegará a la explanada por la monumental Creu de Ferro, erigida el primer año del pasado siglo XX, y desde donde se verá al fondo la fachada del Santuario mariano, construido entre los años 1924 y 1965 con las aportaciones de los alzireños. Ultimada recientemente la decoración interior y coronada la torre por un metálico pináculo, muestra en su camarín la bella iconografía de Santa María del Lluch, inspirada talla salida de la gúbia de Antonio Ballester en el año 1940. El amplio mirador fue utilizado en ocasión excepcional como helipuerto sobre el cual aterrizaron en 1982, a raiz de la riada-pantanada, S.S. Juan Pablo II y SS. MM. los Reyes de España D. Juan Carlos y Dña. Sofía. A la parte trasera del templo se alzó un antiquísimo ermitorio dedicado inicilmente a San Salvador y ulteriormente a Santa María del Lluch. En 1995, el municipio repuso en la zona ajardinada de la plaza de la Generalitat el busto de bronce del insigne novelista Vicente Blasco Ibañez, labrado en piedra en 1935 por Victor-Hino. Este monumento testimonia el anterior, modelado en bronce por el alzireño Enric Casterà Masiá en el año 1933 y recupera la mayor parte de las piedras que conforman la peana del emplazamiento dedicado a Jaume I en la plaza de Sant Judes Tadeu. Se recuperaba así la memoria del autor que inmortalizara en 1901, en su novela \»Entre naranjos\», la vida provinciana y rural de la ciudad ribereña.
Si la Muntanyeta del Salvador constituye el mirador para disfrutar de una bella panorámica de las Riberas del Xúquer, en vehículo podríamos acceder al incomparable otero de la Urbanización Sant Bernat-La Murta para apreciar, en caso de interesarnos la arqueología, el poblado de la Edad de Bronce de la Muntanya Assolada. Este yacimiento, modélicamente excavado desde el año 1978, está proporcionando a los estudiosos valiosa documentación referente a un poblado de la Edad de Bronce valenciano (1700 a.C.). En curso de la excavación-consolidación, está terminantemente prohibido deambular por el yacimiento, pero desde los alrededores podremos contemplar la extraordinaria vista de la Sierra de Corbera con el Tallat Roig, el Pla del Xúquer y la Vall de la Murta.

III.2. Les tres valls: Aguas Vivas, La Casella, La Murta. El monasterio de los Jerónimos.
Si bien la Ciudad de Alzira, a causa de las catástrofes naturales y de la cuestionable política urbanística, carece de mayor interés, por contra, el entorno natural, a pesar de haber sufrido diversos atentados ecológicos, mantiene un singular atractivo con un esplendor que se manifiesta en les tres valls. Iniciaremos el recorrido por el de Aguas Vivas que enlaza la comarca de la Ribera Alta y la Safor medíante la Valldigna donde puede visitarse el que fuera monasterio cisterciense.

Desde allí, ascendiendo al Portixol, tendremos a la izquierda los contrafuertes de la Serra de les Agulles y a la diestra la imponente voluminosidad del antaño monasterio agustino de Aguas Vivas. Dejaremos atrás la antigua pedanía para cruzar L\’Estret, y antes de acceder a Alzira superada la factoría de helados, bordearemos la Muntanyeta de El Salvador y accederemos a la vall de la Casella. A pesar de la desforestación ocasionada por los últimos incendios, resulta atractiva por lo agreste de su orografía y la bondad del bosque bajo; después de reponer fuerzas en el restaurante podemos observar en un amplio cercado algunos ciervos. Al tercero de los valles, el de la Murta, a unos siete kilometros de Alzira, se llega desde diversos puntos. El camino mas espectacular es el que baja en pronunciada pendiente desde el Respirall; otro itinerario lo conforma, superada la Alquerieta, coger la diestra y continuar en línea recta o bordear el cementerio. En la finca forestal, en el epicentro de la cual se ubican las romanticas ruinas de Santa María. A su interés botánico, gravemente afectado por un incendio y por desacertadas roturas, cabe añadir el arqueológico, representado por las ruinas del monasterio jerónimo y de los primitivos habitáculos de los eremitas. Del apogeo conseguido en el siglo XVI, subsiste todavía, aunque en lamentable estado, parte de la crujía de la nave del templo y la torre de las palomas. La desamortización sembró su ruina. En el año 1990 fue adquirido por el pueblo de Alzira y después de años de desidía, se planteó la consolidación de las ruinas. Como a colofón animaríamos a los paseantes a emprender, emulando a los necesitados que buscaban la caridad monacal, el itinerário que enlaza los tres valles. La compañía de un montañero experto facilitará el recorrido de esta atractiva ruta que responde al nombre de Pas del Pobre. Se tendrá que partir de la pedanía de Aguas Vivas y cruzar la Serra de les Agulles por una cota situada entre los 368 y 480 metros, para descender hacia la Casella y llegar a la Murta superando el Pas del Pobre. Puedo asegurar que quien lo camine guardará en las retinas y en los pulmones lo mejor que tiene la Ciudad.

III.3.Senderismo en Alzira.

Aquí os damos a conocer diversos itinerarios de senderismo que pueden realizarse. Los tiempos están calculados según las posibilidades de un excursionista medio, y pueden cubrirse con un mínimo de preparación física.

[Desde La Murta][Desde La Casella][Desde Vilella y Materna]

Desde La Murta

El valle de la Murta se encuentra en la Ribera, en la Serra de Corbera, entre las sierras del Cavall Bernat y de la Murta. Por los restos arqueológicos encontrados en la Muntanya Assolada y en varias cuevas, sabemos que fue habitada desde la prehistoria. Los monjes jerónimos fundaron un importante monasterio en este valle, cuyos restos servirán como punto de partida de los itinerarios que os presentamos en esta guía. Además, hay que añadir que la Murta es una planta característica de este lugar y que actualmente está protegida.

Desde La Casella

El valle de La Casella se encuentra en la sierra de Corbera,entre las sierras de Les Agulles, La Murta y el Cavall Bernat. Los movimientos orogénicos hicieron, hace ya miles de años, que los materiales calcáreos y dolomíticos que integran estas montañas adquirieran formas espectaculares y caprichosas, como son los picos de Les Agulles, La Creu, La Ratlla o la morfología cárstica del Pla del Barber.

Desde Vilella y Materna

Las partidas de Vilella y Materna, como tantas otras de la Ribera, fueron habitadas desde muy antiguo. Las sendas y los caminos que atraviesan los campos de naranjos unen antiguos huertos, muchos de los cuales fueron construidos por la burguesía terrateniente del siglo pasado, y son una buena muestra de la arquitéctura y la forma de vivir tradicional de nuestra comarca.

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Regidoria de Cultura i Educació. Excel·lentíssim Ajuntament d\’Alzira. Tel.: 962 400 450 (centralita)