Nº de cofrades: 600 cofrades. Año de su fundación: En 1753. Hermano Mayor: D. Vicente Parra Cuenca | Página web: http://nazarenoalzira.com Dirección de E-mail: |
La Archicofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio tiene su origen en la devoción de los alzireños por Nuestra Señora que redimía las benditas almas del Purgatorio en su tránsito al Cielo, y que los alzireños empezamos a venerar en nuestra ciudad durante los años de la conquista cristiana en el siglo XIII. Conquistada la población musulmana de Algetzira por el rey Jaime I, se construyó un templo cristiano en el centro de la Villa dedicado a Santa Catalina de Alejandría, y junto al mismo, se creó el primer cementerio de la ciudad. El nuevo cementerio estaba presidido por una torre campanario gótica que compaginaba el uso religioso con el civil, y sobre ella hay una hipótesis que apunta la posibilidad de que en su base hubiera un oratorio dedicado a Nuestra Señora del Sufragio.
Cuatrocientos cincuenta años después, la devoción de los alzireños por esta advocación mariana tan singular obligó a las autoridades religiosas y civiles de la ciudad a impulsar la construcción de una capilla nueva y más espaciosa junto a la anterior, y justo en el centro de aquel antiguo cementerio que no paraba de crecer. Así, los jurados de la Villa acuerdan el día 1 de febrero del año 1753: «…el que se haga en el cimenterio de dicha villa una capilla para que en ella se celebren misas en sufragio de las venditas almas del Purgatorio y que muchos devotos se havían aplicado ya con diferentes limosnas…»
Según la documentación del Archivo Municipal de Alzira, el día 21 de agosto del año 1762, aparecen anotados donativos a la «Unión de Nuestra Señora del Sufragio formada en la nueva Capilla del Cimenterio».
El día 15 de febrero del año 1775, los jurados de la Villa autorizan a la «Unión o Archicofradía de Nuestra Señora del Sufragio», a desfilar en la procesión del Viernes Santo. Y desde aquel año 1775 la Archicofradía de Nuestra Señora del Sufragio y Jesús Nazareno, ha participado en este desfile sin interrupción hasta nuestros días, salvo los tres años de la guerra civil española. Una de las actividades más relevantes que aún perdura desde aquel memorable año 1775, es el Vía Crucis, presidido por la imagen de Jesús Nazareno, que empezaba en la puerta de la ermita de Nuestra Señora y finalizaba en la puerta de la Iglesia de Santa María. Así como la novena en sufragio de las almas del purgatorio que aún se celebra cada mes de noviembre.
En el año 1940, finalizada la contienda civil, se reorganizó la Archicofradía, y en el año 1941 se reconstruyó el paso con las imágenes de Jesús Nazareno y de Simón Cirineo, las cuales son obra del escultor de Sueca Juan Fuster Seguí. La figura del Nazareno es una imagen de vestir con cabellera natural y tiene una altura de 1’50 metros. Está vestido con una túnica morada de terciopelo bordada en oro. La figura de Simón Cirineo es una talla de 1’57 metros de altura, y representa un labrador judío vestido con una camisa ancha y un pantalón corto de color ocre y calzado con botas de cuero.
La Archicofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio, mantiene la costumbre de guardar las imágenes durante todo el año en la casa de los clavarios, y para tal finalidad se construyó una vitrina el año 1948.
El año 1956 la junta general acordó la renovación de la vesta suprimiendo la antigua capa y adoptando un nuevo modelo de vesta consistente en un sayal de tela de satén color morado con escapulario sobre la parte izquierda del pecho y con el anagrama de la Archicofradía bordado sobre la manga izquierda de la vesta. El capuchón se acordó que fuera de color oro viejo.
Hasta el año 1957, el paso fue llevado a hombros, en ese año se construyó una carroza para poder llevar la anda sobre ruedas, con la consiguiente desaparición de los portadores. Cinco años después, en el 1962, se confeccionó una túnica nueva para el Nazareno, más ancha y holgada que la anterior y con una mayor vistosidad ornamental. Los bordados los realizaron mujeres voluntarias de la Archicofradía.
En el año 1973 se creó la junta de señoras de Nuestra Señora del Sufragio, y el día 7 de abril del 1974 el señor Dean de la Catedral de Valencia don José Songel Pérez bendijo la nueva imagen de Nuestra Señora del Sufragio obra del escultor valenciano José Vilaplana.
Durante la Semana Santa del 1978 desfiló por primera vez la banda de timbales y tambores de la Archicofradía que estuvo formada por un numeroso grupo de jóvenes cofrades e hijos de cofrades, los cuales han desarrollado durante estos ultimos treinta y dos años, una gran actividad participando en todos los actos programados por la Junta de Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad, y han sido merecedores de varios premios y distinciones. Actualmente la banda está formada por 45 jóvenes.
La devoción de los alzireños a Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio, se remonta al origen del cristianismo en Alzira. Por ello, La Muy Ilustre Archicofradía, ha tenido siempre la voluntad firme de ser digna heredera de la antigua hermandad de caballeros templarios que acompañaron al rey Jaime I en sus conquistas cristianas con la misión de socorrer a pobres y desvalidos, y por este motivo, ha asumido como emblema propio la cruz potenzada de la insigne y poderosa Orden Del Temple.
En el año 1991, se conmemoró el cincuenta aniversario de la construcción de las imágenes de Jesús Nazareno y de Simón Cirineo, y en el año 1998, se celebraron los veinticinco años de la construcción de la nueva imagen de Nuestra Señora del Sufragio.
Actualmente, las andas de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio desfilan en la procesión decoradas con flores naturales preferentemente de color morado y amarillo, procurando que su volumen no desvirtúe o dificulte la visión de las imágenes, siendo acompañadas por la banda de Tambores de la Archicofradía y por la Banda de Música Unión Musical San Diego.
Las imágenes de Jesús Nazareno, Simón Cirineo y Nuestra Señora del Sufragio, quedan depositadas durante todo el año en la casa de sus clavarios, los cuales asumen la responsabilidad de preparar el dosel.
Con el paso de los años, la Archicofradía de Jesus Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio ha experimentado un importante crecimiento y ha llegado a ser una de las más numerosas de las que participan en la Semana Santa de Alzira, registrándose en la actualidad una filiación de 600 cofrades. Su actividad está regida por una Junta Directiva presidida por la señora Reme Pau Plá, y está inscrita en la parroquia de Santa Catalina, de nuestra ciudad. BANDA TAMBORES
Nuestra gran banda está dividida en tres secciones:
BANDA INFANTIL: abriendo la procesión y compuesta por 26 miembros con edades que comprenden desde los tres hasta los doce años.
BANDA GRANDE: acompañando a nuestra Virgen del Sufragio y compuesta por 25 miembros, con sus ya tradicionales cruces en las curvas, que no dejan indiferente a nadie.
BANDA DEL PASO: el orgullo de nuestra banda y de la cual quieren formar parte la mayor parte de miembros de nuestra banda. Es la encargada de marcar el paso a nuestro Jesús Nazareno con sus tambores y bombos. Son 12 los miembros que acompañan a nuestra imagen.
Dentro de nuestra banda, realizamos diversas actividades como, subida a la cruz del cardenal y comida en el local, subida a “l’ouet” y comida en el local, fiesta infantil de Halloween, visita en agosto a aquopolis (Cullera), visita del paje de SS.MM. al ensayo con “chocolatada” al finalizar la visita, fiestas infantiles, visita a la feria de Navidad, cena de bienvenida al inicio del curso y cena de Navidad de los componentes de la banda. Todo esto hace que formemos una gran familia.
CAMARERAS
Este escrito no va sobre la Sección de Camareras de la Archicofradía, va sobre las Camareras. Invito a la reflexión que sugiere marcar la distinción entre la Sección de Camareras y las Camareras en sí, porque el primer concepto muestra la parte institucionalizada del grupo; espero que se entienda ahora el motivo de centrarme en las Camareras, en las personas.
El origen de la palabra ‘camarera’ hay que situarlo en el contexto de la Corte Real, donde las ‘camareras’ eran aquellas personas de confianza de la Reina, que, en la cámara, le ayudaban a arreglarse. Si trasladamos este hecho a nuestra Archicofradía, vemos una sección de mujeres tradicional en la Semana Santa de España, pero única en la Semana Santa alzireña.
Si bien es innegable la vistosidad de la Sección en el aspecto procesional, aquello más destacable es el espíritu de sus miembros. Estos últimos años he tenido la gran suerte de poder conocer a muchas de más cerca y en cada momento que hemos podido compartir, he encontrado humanidad, buen hacer y fuerza, una fuerza que nunca se agota, valores que he visto como las empujan a servir con ilusión a la Madre de Dios del Sufragio. Por otro lado, verlas desarrollar sus tareas con tanto de amor, se me representa mi abuela, que no he tenido la suerte de conocer, pero estar rodeada de gente que sí que la han conocido me hace sentir como si aún estuviera por aquí.
Mucha hubiera sido la ilusión de mis padres eso de verme salir detrás de la Madre de Dios, aun así 2016, sin duda, es un año que miraré con mucha ternura; al incorporarme a esta sección, sigo una tradición muy arraigada a mi familia, y de forma natural necesito vivirla tal y como he aprendido desde muy pequeña.
Seguiré esta tradición con el orgullo de pertenecer en la Archicofradía, sin embargo, sobre todo, como Camarera, con la humildad y la voluntad de servicio a Nuestra Señora del Sufragio, siendo un testigo vivencial de la fe en Jesucristo y del amor a Dios, que crece en nuestros corazones de cofrades.
TODOS SANTOS
Desde 1974, año en que se recuperó la imagen devocional de Nuestra Señora del Sufragio, la Muy Ilustre Archicofradía celebra todos los años en el cementerio municipal la festividad litúrgica de Todos los Santos presidida por la imagen de Nuestra Señora. Y durante estos últimos treinta y cinco años, la asistencia de fieles a la Eucaristía del día primero de noviembre se ha incrementado de manera considerable, siendo esta, presidida por las primeras autoridades locales.
NOVENA
Si en la tradición cristiana alzireña existe una práctica devocional a destacar, sin duda es la celebración de los novenarios. En las solemnidades religiosas más relevantes que celebramos los alzireños, el periodo de preparación previo a la fiesta, es siempre de nueve días. Las novenas nos preparan para celebrar nuestras fiestas mayores o patronales, en julio la festividad de nuestros Santos Patronos, Bernat, María y Gracia, y en septiembre la festividad de Nuestra Señora del Lluch.
Fue el mismo Jesucristo, quien nos enseñó a orar y pidió a sus Apóstoles que se prepararan en oración para la venida del Espíritu Santo. De aquí se inspira la novena de Pentecostés.
Durante la edad media, la liturgia del las novenas tuvo un gran auge y se practicaba con frecuencia en todos los Monasterios y Abadías. El novenario rememoraba las últimas horas de la Pasión y Muerte de Jesucristo, que expiró en la novena hora del día de la Parasceve.
Aunque también es cierto que no fue hasta el siglo XVII, cuando la Iglesia concedió las primeras indulgencias, otorgadas por el Papa Alejandro VII, a los devotos que las practicaban.
Los alzireños, celebramos la novena en sufragio de las benditas almas del purgatorio desde los años de la conquista cristiana. Seguramente todo empezó cuando se creó el primer oratorio de Nuestra Señora del Sufragio, justo en la parte baja de la torre campanario que se encuentra en lo que fue el primer cementerio cristiano de la Vila, y que hoy ocupa la plaza del Sufragio.
La Muy Ilustre Archicofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio, viene organizando y celebrando la novena por las ánimas del purgatorio desde muy antiguo. En el Archivo Histórico Municipal, existen documentos del año 1763, en los que ya se habla de diversos donativos a la Unión o Archicofradía, para sufragar intenciones por los fieles difuntos, y que se celebraban en la propia Ermita de Nuestra Señora del Sufragio.
En la actualidad, La Archicofradía, sigue celebrando durante el mes de noviembre esta antiquísima novena en sufragio de las benditas almas del purgatorio, en la Parroquia de Santa Catalina, donde está inscrita.
VIA-LUCIS
Si en el programa de actividades la Muy Ilustre Archicofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio, hay un acto verdaderamente relevante, es sin duda el histórico Vía Crucis del domingo de ramos, que partiendo del lugar donde se encontraba la ermita de Nuestra Señora del Sufragio, recorre la calle central de la antigua Vila, y termina en la plaza donde se encontraba la Iglesia de Santa María. Una vez finalizado este recorrido y después del rezo de las catorce estaciones, los fieles regresan acompañando el paso procesional hasta la Iglesia de Santa Catalina, donde quedan depositadas las imágenes de Jesús Nazareno y Simón Cirineo, a la espera del traslado de las mismas a casa de sus respectivos clavarios.
Este histórico Vía Crucis de Jesús Nazareno, es sin duda el más antiguo de cuantos se celebran hoy en día en nuestra ciudad, y también uno de los de mayor participación de fieles devotos. Siendo además el único que se celebra a media tarde, ya que todos los demás se celebran en horas nocturnas o de madrugada.
Los más mayores de la Archicofradía, cuentan que el Vía Crucis del Nazareno nunca ha dejado de celebrase desde que se iniciara su andadura allá por el año 1775, año en que se incorporó a la Procesión General del Santo Entierro. Durante los años de la guerra civil, un grupo de cofrades lo siguió celebrando de manera discreta y disimulada.
Para la Muy Ilustre Archicofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Sufragio, el Vía Crucis del domingo de ramos es el acto litúrgico de mayor devoción y solemnidad de todos los que realiza.
CENA DE CLAVARIOS
La tradicional Cena de Clavarios, es, sin duda alguna, la fiesta social más relevante de cuantas realiza la M. I. Archicofradía, y como su nombre indica tiene la finalidad de confirmar la toma de posesión de los nuevos clavarios, con el consiguiente intercambio de regalos entre estos y la Archicofradía. La velada sirve además para reconocer públicamente el esfuerzo y el trabajo de algunos cofrades, los cuales son obsequiados con la insignia de oro. Y también para agradecer a las empresas o entidades que han colaborado durante el último ejercicio con la Archicofradía, su inconmensurable ayuda. Al acto, que suele estar presidido por el consiliario reverendo Enrique Masiá, y por miembros de la corporación municipal, asisten también representantes de la Junta de Hermandades y Cofradías y de otras cofradías y hermandades.
Los cofrades visten con un sayal de tela de satén color morado con escapulario sobre la parte izquierda del pecho y con el anagrama de la Archicofradía bordado sobre la manga izquierda de la vesta. El capuchón es de color oro viejo.